Existen muchas empresas que día a día pierden liderazgo y
competitividad en el mercado, debido a que cuentan con organizaciones
deficientes u obsoletas que les generan un lastre a su rentabilidad y a la vez
un impacto negativo al desarrollo y motivación de las personas que la
conforman. Acrecentado éste, por Directivos o Gerentes que sólo buscan su
beneficio y desarrollo propio, no importándoles la organización, ni su Capital
Humano, generando discriminación y conflictos con reglas y exigencias para los
demás en forma coercitiva y punitiva. Sin embargo, se autoexoneran de ellas y
para colmo promueven ante los demás su cumplimiento, buscando imponer su
autoridad formal y tratan a sus colaboradores como un recurso descartable que
solo sirve para explotar y conseguir sus objetivos personales.
No entienden que el Capital Humano, mal denominado Recurso
Humano, es lo más importante de una organización ya que es su nervio vital. Una
empresa puede tener la mejor infraestructura, tecnología, planta industrial o
el equipo más moderno pero no será suficiente para continuar y tener una
garantía de éxito en el mercado. Solamente las personas con sus conocimientos,
habilidades, actitudes y aptitudes son capaces de impulsar o destruir una
organización, por tanto, su significación es invaluable.
"Los gerentes y los investigadores de la administración
llevan mucho tiempo suponiendo que las metas de la organización son
inalcanzables, a menos que exista un compromiso permanente de los miembros de
la organización. La motivación es una característica de la psicología humana
que contribuye al grado de compromiso de la persona."
Veamos, de acuerdo con el diccionario, que significa
Recursos: pl. Bienes, medios o riqueza. Conjunto de medios disponibles para
resolver una necesidad o llevar a cabo una empresa. Recursos naturales,
hidráulicos, forestales, económicos, humanos.
Entonces, cuando la empresa considera a los humanos como
recursos, los está considerando en el mismo plan que sus bienes, sus
pertenencias (riqueza) o como un medio para conseguir sus objetivos personales.
Como cualquier recurso, los recursos humanos son
susceptibles de ser contabilizados, medidos, pesados, controlados y utilizados
como cualquier otro bien o medio de la empresa, es decir de un modo racional,
objetivo e impersonal. Peter Senge, el creador de la Quinta Disciplina y
conocido gurú del aprendizaje organizacional, se volvió inmensamente popular
gracias a una obra revolucionaria que la Harvard Business Review eligió, en
1997, como uno de los textos más influyentes de las últimas dos décadas: La
Quinta Disciplina (1990).
En este libro no se encuentran las diez recetas para ser un
buen ejecutivo. Por el contrario, se ofrece una nueva manera (y un nuevo
lenguaje) para pensar las organizaciones. Antes, las organizaciones se pensaban
como máquinas compuestas por partes que se podían aislar unas de otras. Los
fenómenos se estudiaban en forma aislada y parcial.
Senge, que introdujo los conceptos de "pensamiento
sistémico", "organización inteligente" y "organización
abierta al aprendizaje", se define así mismo como un "anti-recursos
humanos" y define como "cancerígena" la actual política seguida
por las empresas y declara que los empresarios deben incluir las inversiones en
el ambiente y la sociedad como parte de su cadena de valor. Senge declaró: -
Nunca consideré que el término "recursos humanos" fuese correcto. No
es muy significativo, dado que las personas no son recursos de la organización,
son "la" organización. Por ejemplo, usted no es un
"recurso" de su familia, sino un miembro de la misma. Si fuera sólo
un recurso, sus familiares lo verían como una fuente de dinero o de cualquier
otra cosa. En resumen, "recurso" es algo muy limitado.
Teniendo en cuenta ello, los profesionales sabemos que los
recursos tienen un costo, una rentabilidad, son aprovechables y sumisos a los
cálculos económicos como los recursos financieros, técnicos y materiales de la
empresa.
"No deje a nadie decir que algo es demasiado
competitivo. Una vez que disminuyen las personas que no trabajan muy duro y las
personas que no son tan buenas como usted, su competencia se reduce
drásticamente." (Maggie Mason).
Por lo que, considerar a los humanos como recursos nos lleva
a considerar nuestra relación con ellos desde una óptica legal, y no moral ni
real, y sabemos que son dos puntos de vista que no son siempre iguales, ni
parecidos.
"En todo el universo de Dios no hay dos almas iguales.
No hay dos que tengan el mismo trabajo en sus vidas. No hay dos talentos que
sean rivales, o que entren en conflicto. Este pensamiento debería poner fin de
una vez por todas a la envidia de la vida. Cada alma humana puede decir que es
única, en todo el mundo en todas las edades, nunca hubo ni habrá nadie igual
que yo".
Siendo recursos, entonces los humanos no sienten, no opinan,
no se motivan, no se desarrollan, ni se consideran; son bienes, medios
utilizados para conseguir nuestros fines u objetivos. Para mí este
planteamiento tiene un serio sabor a obsoleto, a post taylorismo ¿si o no?.
Cabría la pregunta si los denominados por algunos, empleados o trabajadores de
las empresas de hoy, se identifican o se sienten como un medio al servicio de
los objetivos de los directivos o propietarios industriales.
Cuenta la historia que Marco Tulio Cicerón cuando los
plebeyos se segregaron de los patricios y se refugiaron en la romana Colina
Palatina, les contó la historia de los miembros y del estómago. Les explicó que
el estómago moriría si los miembros dejasen de recoger y traerle alimentos,
pero que también morirían los miembros si el estómago no transformara estos
alimentos en energía. Cicerón les mostró la interdependencia y las relaciones
simbióticas, en las que nadie puede desarrollarse sin la existencia del otro.
Para ser más ilustrativo se las comento:
El estomago y los miembros en la pelea del cuerpo
Un día la mano izquierda le dijo confidencialmente a la mano
derecha:
- Mirá, nosotras trabajamos todo el día, mientras el
estómago no hace nada.
Las piernas escucharon y dijeron:
- Tiene razón, nosotras también estamos cansadas caminando
todo el día para comprarle alimentos al estómago y él sólo come sin hacer nada
para conseguirlo.
La mano derecha gritó:
- Hagamos huelga, no le demos comida al estómago. Que él se
las arregle si quiere.
Entonces habló el estómago:
- Amigos, ustedes están pensando mal. Nuestros trabajos y
aptitudes son muy diferentes, pero la verdad es que dependemos muchísimo los
unos de los otros.
De repente los brazos le gritaron:
- Cállate. Esos son los argumentos de un vago. Desde ahora
no vas a comer nada, absolutamente nada.
Pasaron unos días.
- ¡Ay, qué débil me siento! –se quejó un brazo al otro.
- Yo también, no sabes lo cansado que me siento…
Las piernas se quejaron:
- Nosotras apenas nos podemos mover.
Y todas las partes del cuerpo decían lo mismo. Todos se
sentían desfallecer.
Entonces el estómago habló:
- Yo también me siento débil. Si me alimentan podré trabajar
de nuevo y ustedes y yo nos sentiremos mejor.
- Bueno, vale la pena probarlo –dijo la mano derecha.
Y las piernas con mucha dificultad llevaron el cuerpo a la
mesa, las manos cooperaron y metieron la comida en la boca.
Al poco rato las manos exclamaron:
- Ya nos sentimos mejor.
Todos los miembros del cuerpo decían lo mismo.
Entonces comprendieron que todos los miembros del cuerpo
deben cooperar si quieren conservarse con buena salud. Y el estómago comprendió
que él depende del trabajo de los miembros y que debe repartir por igual con
los miembros todo lo que llegue a él.
La historia, para los lectores que lo deseen, se encuentra
recogida en las Fábulas Morales Escogidas de Jean de La Fontaine.
El valor de las personas es irremplazable y su incidencia en
las empresas es trascendental. Hoy en día cuando una empresa, sea pública o privada,
habla de sus Recursos Humanos, debe denominarla como su Capital Humano, su
socio estratégico y si no es así, necesitan urgentemente un Cicerón moderno,
quien podría argumentar irrefutablemente que la propiedad empresarial y los
colaboradores son en realidad socios en el negocio. El capital que podemos
denominar como analogía al estómago necesita tanto a todos los miembros
colaboradores y su interacción, como es cierta la recíproca relación y
dependencia.
Tengamos presente que las personas no son un instrumento de
la organización, sino que forman la organización. La organización no dispone de
personas, sino que se encuentra formada por personas.
No… Cuidado… Respete a su Capital Humano
Enfocándonos en este cambio de perspectiva debiera
formalizarse un nuevo nombre para la función. Podríamos dejar de denominar
erróneamente Recursos Humanos, debiéramos hablar de Asuntos Humanos o Gestión
Humana y esto, a su vez, nos llevaría a replantearnos si el título de Director
o Gerente de Recursos Humanos es correcto. Les dejo 2 interrogantes:
¿Se dirige a un socio, o se colabora y negocia con él?
¿Es un Recurso o es
un Capital?
“El principal medio de producción en la aldea global es el
cerebro humano...”
"La demanda mundial se reorientará crecientemente a
productos que sean intensivos en conocimiento más que en materia".
"Las ventajas competitivas valdrán menos que los sueños
de una mariposa si no le incorporamos conocimiento". (El talento mueve el
capital: Funky Business).
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